Desde hace más de un año, Médicos del Mundo comenzó a realizar su intervención sociosanitaria en diferentes clubs de las zonas de Ciudad Lineal, Centro y Carabanchel, en los que muchas mujeres se encuentran en situación de prostitución.
Cada semana se acude en horario de tarde y noche a los diferentes clubes y gracias a la aprobación anterior por parte de los dueños y dueñas de éstos, una técnica, trabajadora social, de Médicos del Mundo y una voluntaria, aprovechan el reparto de material preventivo (preservativos femeninos, masculinos y gel) para trabajar talleres en grupo con las mujeres que ejercen en el club, aspectos relacionados con su salud (chequeos médicos, salud sexual y reproductiva, acceso al Sistema Público de Salud, prevención del VIH/SIDA, etc).
Cada día y cada semana nos encontramos con nuevas anécdotas, duras, en muchas ocasiones, pero que sin embargo, reafirman el compromiso de Médicos del Mundo por no dejar de trabajar para que algún día podamos dejar de existir.
Desde el sentido del humor (”Nací en el partido de la risa y quiero morir riéndome”. Voltaire), os resumimos una de nuestras salidas protagonizada por una voluntaria y por una de las técnicas de Médicos del Mundo.
“ LA MALETA CONDONERA”

19 horas de un martes veraniego. (“ozú que calor”…). Las maletas están preparadas con sus condones, lubricantes, chalecos, el pene, la vagina, folletos y demás….Llega la persona voluntaria a la hora pactada. Nuestro destino de hoy: un particular viaje por diferentes clubes de Madrid.
-Hola--Hola ¿qué tal todo?--Andando. Pufffff… hoy las maletas pesan más de la cuenta ¿será que andamos flojas por el calor?-
Nuestro trayecto en metro no tiene ni un solo ascensor, además escasean las escaleras mecánicas. Para más INRI, en el andén de salida vemos un cartel de reservado a sillas de ruedas… -ja, ja,…pero que nos cuente alguien como entran y salen de esta estación-. (Aprovecho la ocasión para reivindicar un metro accesible a todas las personas).
PRUEBA SUPERADA. Llegamos a nuestro destino.1º local: nos recordamos mutuamente -“la primera puerta hacia dentro, la segunda hacia fuera”-, pero ni así, nos volvemos a quedar una vez más encajadas en ese maremágnum de puertas. Risas de nuevo.
Entramos, hay mucha gente, no es lo habitual pues es primera hora, la encargada nos hace una discreta señal.
- ¿Volvemos en un rato?-- Si , mucho mejor.Gracias-
2º local: puertas abierta, -¡bien! ¡¡¡¡ Achís!!!!, ¡vaya!-, en esta ocasión toca sortear las características cortinas de terciopelo ¡¡ Achís!! ( Ésto de la alergía a los ácaros es lo que tiene)-.
Entramos, nos sentamos en el reservado de siempre y en breves segundos nos vemos rodeadas de cuatro personas.
- Pero ¿ya ha pasado un mes?-- Hoy no me hacen falta preservativos pero quería comentaros que fui hacerme las analíticas y todo bien ¡qué tranquilidad!-- Esta chica es nueva ¿qué tal si le contáis lo que nos contasteis a nosotras el otro día?-- ¿qué tal si se lo contamos entre todas?-- Bla, bla,bla…-.
Otro local: ha cambiado el portero, nos presentamos, -“ ah, sois las chicas de los condones, pasar, pasar…”-. Tras realizar un taller sobre uso del preservativo femenino, pues alguna mujer no lo conocía surge la pregunta.
- ¿pero el lugar donde se coloca el preservativo no es el mismo que por donde hacemos pis?-. Tras breves explicaciones, concertamos para el próximo día un taller sobre anatomía genital femenina, con dibujos incluidos.
Otro local, otro más…. FIN DEL DÍA.
“Se pasó: la alergia, el calor, el cansancio, pero la maleta sigue pesando, aunque va prácticamente vacía ¿será de satisfacción?”.



Silvia Zamorano Cubero. Técnica de Inclusión Social. Médicos del Mundo

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