Desde hace aproximadamente 15 años, cada semana, el equipo de Médicos del Mundo, formado por trabajadoras sociales, educadoras sociales, personal sanitario y voluntariado, interviene en las principales zonas de ejercicio de la prostitución de la Comunidad de Madrid.Pero, ¿qué significa intervenir para Médicos del Mundo? Intervenir, implica trabajar con mujeres, con personas transexuales y hombres en situación de prostitución todos aquellos aspectos relacionados con la mejora de su situación sociosanitaria: prevención de infecciones de transmisión sexual, sexo seguro, acceso y uso del Sistema Público de Salud, salud sexual y reproductiva, prevención y detección de situaciones de violencia de género y de trata con fines de explotación sexual, etc. Intervenciones todas ellas que se realizan a través de la unidad móvil, del acercamiento a pie a las zonas de ejercicio (clubes y Distrito Centro de Madrid) y desde nuestro Centro de Atención de Médicos del Mundo.
En este sentido, durante estos 15 años se han producido numerosos cambios que han llevado a Médicos del Mundo a adaptar su intervención y su forma de trabajar. El cierre de la circulación en la Casa de Campo, la instalación de cámaras de videovigilancia, la mayor presión policial, ha implicado que las personas en situación de prostitución incrementen su vulnerabilidad, mientras que las medidas tomadas no están suponiendo que las personas dejen de ejercer.
De forma paralela, en los últimos años, se ha constatado el incremento del número de personas que ejercen prostitución en situación administrativa irregular. Al no poseer documentación acreditativa, ni certificado que atestigüe su residencia, el acceso a los servicios de salud y sociales es prácticamente inviable, aumentando así su vulnerabilidad.
La combinación de numerosos factores, unido a la desinformación sobre prácticas de riesgo, les hace más vulnerables hacia conductas de alto riesgo para su salud. De forma concreta, en el caso de las personas transexuales, se añaden condiciones específicas de riesgo en su salud ralacionadas con la autohormonación y el uso de silicona líquida, entre otros.
Cabe destacar igualmente, la detección de numerosos casos de violencia de género, producidos por las agresiones de clientes, proxenetas, o de “curiosos” que acuden a las zonas de ejercicio para insultar y agredir a las mujeres. Sin embargo, el grave problema con el que se encuentran las personas que ejercen, es que la estigmatización es tan grande, que dificilmente denuncian las agresiones, por miedo a las consecuencias que tal acto pueda implicar.
Por todo ello, Médicos del Mundo, considera imprescindible trabajar transversalmente desde una perspectiva de derechos humanos y de género, permitiendo así concluir, que una de las mayores dificultades detectadas, está relacionada con los vínculos afectivos sexuales que repercuten directamente en la salud sexual y reproductiva de las personas en situación de prostitución. En muchas ocasiones, las relaciones sexuales se practican dentro de un contexto de poder sexual desigual, en el que la negociación ni siquiera se concibe. Las disparidades de poder, establecidas a partir de un modelo de salud sexual patriarcal, condicionan el acceso de las mujeres a los recursos o al uso de métodos de planificación sexual. Como consecuencia, muchas mujeres sufren embarazos no deseados, interrupciones voluntarias del embarazo, infecciones de transmisión sexual o agresiones físicas y sexuales.
Médicos del Mundo. Sede Autonómica de Madrid

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